Mi voluntad desaparece cada día que pasa, se ensordece la bulla, no hay figuras, quedó el vacío. Toco fondo, donde la oscuridad enreda los pensamientos. Mi cuerpo esta helado, asomo solo un poco mis manos, el sol las calienta, allá afuera hay suaves sonidos, me llaman y no encuentro donde aferrarme.
Rozaban las doce de la noche cuando notó que no dormir traía tantos pensamientos, tantas faltas, tantos no se por que? Recostada de la ventana, miraba mientras todo se movía al compás de otro mundo, coloco la música que centra los recuerdos. El silencio adormecía los pensamientos.
Comprendía que escogió la soledad por tantos desamores. Pero aquella noche, aquella noche noto sus desiertos, habituales oasis venían en tiempo, impregnados momentos de valor, aquel donde fue fuerte pese a la ida de un familiar. Despidió su comodidad cuando noto que el vacio era inmenso hueco, soñando con la libertad que conocía en otros.
Divisó la gente caminar esa noche desde su perfecto ángulo, las nubes eran imaginarios personajes que conversaban su soledad. Cruel escogencia. Mentiras que otros creían verdades, felicidad inexistente, risas que ocultan grandes tristezas.
El frio rosaba su cuerpo cuando el calor reinante se hacia presente, paso días y noches divisando e imaginando grandes cambios, mas no accionaba interpretando su estado inane cada noche, por que al día siguiente debía mentir de nuevo, cada día era el rayo de luz que calentaba sus manos pero no conseguía razón alguna para aferrarse a un nuevo amanecer.
Muchas personas viven en la oscuridad, escondidos o escondiendo su estado real.
Estas pocas letras van dedicadas a tantos y tantas solitarias que miran la vida desde fuera. Entren y sientan la sensación más espectacular que existe como Aceptar y Amarse maravillosas cualidades que van juntas de la mano.
Se rayo de luz de otros que reconoces que necesitan de tu mano.
Yo hoy me aferré a ti. Gracias.