Por Marinés Maal García
En estos días cuando tu ausencia se presenta, hay ausencia de vida en muchas naciones. Mucho dolor entre mundos, un adiós entre tantos.
Hoy una nación infestó el planeta, todos tenemos a un conocido o un pariente infestado de él virus Chino. Así se llama, asqueroso aquel que te enferma y se hace llamar caballero.
Se hace llamar redentor luego de matar sin medida al humano.
La noticia que aplauden como focas por que los Chinos tienen una vacuna da estupor y produce profundo odio pues ahora pasan a ser redentores, seguro hay que cantarles "nació el redentor" y le harán estatuas en concreto a quien inoculó el virus Chino matando y ahora salvando con un antídoto que solo ellos conocen.
Pobre murciélago y culebra que siempre ellos con su tema afrodisiaco comen, comen ratas, escorpiones y todo aquello que por necesidad y pobreza siguen comiendo.
La pobre suerte del Chino ha sido eso comer todo lo que se mueva por hambre y miseria. Lo cual su sistema inmune es frágil, murieron muchos.
Impecable como armaron hospitales de la nada, preparado o no preparado? Los inteligentes y sabia conocen que hacer eso amerita un gran movimiento económico y horas hombre.
Pobre mundo está a expensas de mentes maquiavélicas comunistas. Patria o muerte.
Estos meses "muerte" decidió el gobierno Chino. Exterminio de ancianos.
Historia que no termina aqui. El mundo colapsa económicamente, China adquiere bienes a precio de gallina (baratos).
El mundo llora sus muertos. China organiza su estatus de genocidas para la historia. Imagino su presidente sonriendo dentro de su cúpula de oxigeno para no infestarse.
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