Por Marines Maal Garcia
Sabores a dulces besos acarician la belleza de los labios / donde te encontré solía regresar.
En el firme recuerdo quedaron las caricias, los fraguados encuentros coincidieron con la alegría. Despojados de temores sus cuerpos anidaron en la inmensidad de la serenidad de los abrazos.
Hoy te recuerdo como el mejor de los amores, horas de interminable espera, amaneceres inimaginados llegaron, solitarios momentos en el cuarto, donde tu nombre estaba dibujado en el techo, abrir los ojos plasmaba el amor más grande. Mientras que la soledad acompañada del silencio desgarraban la ausencia.
Como olvidar las palabras que entre los dos prometían dulzura y esperanza. Somatizo y me envuelvo en el aroma de la quietud del hoy. Cuando se ama no se olvida. Cuando se siente se estabiliza la paz, Por que mi amor sigue intacto. Vuelos al interior de las memorias complacen al respirar tu recuerdo.
Tu presencia en la ausencia seguirá siendo el hoy, el mañana ya no lo espero, aceptar el adiós significa seguir amándote en el profundo y callado atardecer. Las horas son simples instantes que regocijan el amor que algún día dejaré de sentir. El tiempo pasa y la piel señala que ya no somos los mismos, más aun recuerdo la juventud física, siento como una adolescente cada día, aprendí que la piel solo es un dibujo sobre los sentimientos. Que aunque ya no nos amemos físicamente puedo oler un aroma y recordar lo feliz que fuimos. Aunque el tiempo borre la memoria, gratos instantes volverán a hacerme sonreír.
Pertenecemos a un mundo en evidente adiós, unos siguen unidos, otros aprendemos que la soledad es un estado de ánimo y la historia es el mayor tesoro.
Dejaré volar el amor para que un día te encuentres con el, regálale tu mejor sonrisa.
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