sábado, 11 de mayo de 2013

TATUAJES


Por Marines Maal Garcia.


Cuando te digo ADIÓS  elevo lo más profundo de la existencia hacia una esperanza llena de nostalgia, ingrata pero buena por que siempre estarás en el recuerdo más preciado, en mi corazón tatuado.


Los destierros del corazón suplican en el silencio a gritos la necesidad de amarle, son figuras que se entierran en el alma, rasgando una y otra vez sin mediar el dolor de haberle perdido, amarle  fue la existencia, perderle es la ausencia  dolorosa más amarga que un Ser internaliza, para nunca más volver.


Las cicatrices quedan, el olvido llega  con el existir del tiempo, cómo hacer cuando  irreparablemente  el corazón se revienta en mil pedazos, cómo remediar  la cama vacía, cómo hacer café para una sola taza? Ha tomado muchas tazas seguidas para acabarlo en su ausencia.


Cuan egoístas son aquellos que determinan vivir en el recuerdo perdido, en aquello que fue importante pero ya no existe. Vivir lleno de apegos de la memoria hará repetir la misma historia en otros, por que desde el dolor del Adiós teniendo una nueva relación dramatiza y reencuentra el pasado con el presente, con un resultado fatal, idéntico y  doloroso.


Este padecer lleva años contemplando pasar el tiempo, ha recuperado la inocencia de la esperanza, volvió a sentir que el cuerpo late, que tiembla cuando se es amado. Aunque  no sean sus manos, ni sus besos, aprendió a sentir de nuevo.


Se es caballo al trote sintiendo alegría,  sol en el amanecer iluminando su propia figura, alborotadas risas acarician temblorosamente el pecho. Ha logrado volver a la esencia,  caminar sin buscar el pasado, ahora es  su presente, mirar hacia atrás es notar  años de vida, mirar hacia adelante es vivir la vida.


Tatuajes de la memoria, Ana, María, Juan o Eduardo, nombres  firmados  y enterrados  dentro como trofeos. Amores  ya olvidados, solo recordados, la necesidad absurda de mantenerlos  cerca se desliza como agua entre las manos,   ha llegado el momento  de borrarle,  desenterrarlo  del corazón, Hoy desterró el pasado del Adiós para dar paso al buen amanecer. Tomó una ducha, perfumó su cuerpo, saldrá con su mejor camisa, sonreirá, se liberó del dolor, sus tatuajes son solo cicatrices, la fragancia de la libertad  abrirá la posibilidad de cambiar su destino.  


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