domingo, 10 de marzo de 2013

-Otro Café, por favor


Por Marines mal García

Eres la gota de agua cuando más tengo sed / sendero inhóspito en la jungla del vivir / volcán brotando lava ardiente / alejados, perdidos, lejanos sin saber por qué.


 Te esperaba en el café aquel, las mesas muy bien dispuestas, me senté en la de siempre, en aquella que tenia el mantel a cuadros azules, habían dispuestos 4 puestos, decidí recoger dos y dejar  un puesto para ti, pedí que retiraran los platos para cuando llegaras supieras que  esa mesa era para dos.


Tomé el menú para distraer el tiempo, pensaba en que  comer,  eran las ocho y tantas de la mañana ese día, cuando caminaba a la cafetería pase por el reloj de la catedral y mire de reojo para no llegar tarde.  Al fondo leía los avisos de los baños, la eterna lucha entre hombres y mujeres vino a mi mente. Esa que hace la diferencia.  El sexo, que al final de cuentas solo sirve para intimar.


Noté que con el pasar del tiempo no llegarías,  me dije –debe estar muy ocupado- esas excusas que hacemos cuando no hay respuestas inmediatas, como tantas veces en la vida, ..Uno termina excusando, para no admitir que la única que quería desayunar acompañada era yo. Se que no es un problema lo sucedido, pero duele.


Recibí un mensaje que decía – amanecí y me fui directo a la oficina, disculpa, te quiero -. Soy como muchas, volví a excusarle, entendí que las prioridades no son las mismas que las mías, que seguramente  con el pasar del tiempo, comenzaría  a cambiar y vendrían muchos desayunos juntos.


Ya había tomado café, la hora ni me acuerdo, no uso reloj se que había mucha gente en la cafetería, comencé a observar a las personas, unas felices al encontrarse, otras entraban sonriendo, otros aun solitarios elegantes se sentaban pedían café, la prensa y hacían un gesto  de agradecimiento a las meseras, mas noté que la única persona que sentía que estaba como en una película era yo.  Ajena a la escena.


Satisfacer  mis necesidades afectivas, compartir con él  se hacia  extremadamente difícil, la cita era  segura si el placer estaba en el ambiente. Una que otra tarde  compartí a su lado.


Hablé de este tema con mis amigas,  me atrevería a decir, que muchas  piensan que hay que vivir el momento, que el hoy es ya, de acuerdo es ya, no vuelve,  pero vivir  el ya sin pensar en el mañana me abruma, como dicen filósofos coloquiales de mi país ¨Carne para hoy, Pan para mañana¨.


Necesitar afecto es válido, lo que no es valido es no valorarse, permitir que usen tu cuerpo o uses tu cuerpo por vivir el hoy, es un maltrato al que te acostumbrarás sin poder salir de él, termina siendo una actitud normal, al devenir de los años notarás que no construiste nada, que la soledad es tangible.


-Mesero  ¡

- Otro café por favor-.  

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