martes, 5 de febrero de 2013

La Pieza que faltaba


Por Marines Maal García


                     Te he buscado entre multitudes / perplejos quedan mis ojos al descubrirte cercana / años de impecable silencio roto.


                Aun sorprendida me encuentro al saberte una pieza de mi gran rompecabezas, esa que sentí perdida abandonando por completo mi mejor juego. En el había colores difusos, blanco, negro y tonos de grises, transformados en tonos pasteles al colocar  la pieza que faltaba.


                Hoy logré ver mejor los que contenía mi juego, las sombras no permitían entender que había detrás de esa maraña de grises.  Centenares de personas pasaron por casa para ayudar  a buscar  la pieza, nadie  había podido tan siquiera construirla, jamás encajaba en el espacio.


                Habían pasado alrededor de 7 u 8  años cuando perdí la pieza, definitivamente sin ella  no se podía culminar el juego que tanto me gustaba. Cuando lo juagaba era feliz. Sin embargo sin ella no lograba recordar absolutamente nada. Cuanto silencio y neblina había en el recuerdo. Tenía vagos instantes de apreciable felicidad parecida al juego. Pero jamás era el juego

La tenia cerca, es una pieza enorme, de esas que  no pasan desapercibidas, siempre brillaba,  no solía verla por que jamás creí que la encontraría. Un día de esos sin importancia  fui sorprendida al pasar a su lado, como si tuviera brazos, tiró de mi, caí a sus pies y casi me habló. Solo tuve fuerzas para mirar hacia arriba, en un despertar divisé su tamaño, su color, llenando de profunda felicidad, gritos y alegría mi alma,  había encontrado mi pieza, el juego lo volvería a sacar del baúl. Decidí desempolvar y sacar el juego, comencé día a día, pieza a pieza a reconstruir cada paisaje,  coincidiendo cada pieza, encontradas todas y cada una, reconocí que pase años ciega, años deseosos de olvido.


-Cómo pude guardar mis mejores sentimientos en una pieza que rompecabezas, cómo pude cerrar mi vida como cerré el baúl, cómo pude tan siquiera pensar que no habían más juegos?  Que egoísta fui. Cercené años.


El tiempo ya no es materia, si aparecen en el camino nuevas  ocasiones de juegos diferentes, no dudaré en jugarlos. Encuentro  razones  para no depender de una pieza de rompecabezas, en muchas ocasiones no existen explicaciones basadas en pérdidas.  Son pérdidas aquellas que están perdidas, perdidas en el contexto físico, no pérdidas en el contexto espiritual. Lo que quiero mantener conmigo permanecerá, aquello que nuble mi vista  estará perdido sin haberlo tan siquiera visto. Lo perdido,  perdido se queda.



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