Por Marines
Maal.
Cuando deja de importarte,
culmina la historia. Será un recuerdo hasta q llegue el olvido.
Recuerdo cuando era niña que soñaba con grandes
historias de amor. Unas vividas otras solo imaginadas. La vida es una gran
historia, capta cada capítulo. ¿Cómo los viviste? posiblemente llena de
patrones, comprometida ante lo que quieres o lo que tuviste que querer. Amar es fácil lo difícil es mantenerlo,
alimentarlo, coquetearle, entregarle, sentirle, hacerle el amor cada día diferente
Estaba sumergida
en mis pensamientos en aquello que movía
mi cuerpo, fundida en el sentir, en la dependencia absoluta de lo que creí
era amor. Que haces cuando ya no está, cuando la simpleza del silencio
modifica cada célula, decides distraer los pensamientos, cayendo sin querer al terminar la tarde en el
recuerdo y la añoranza de lo vivido. ¿Qué hago? Cuando
sin querer notas que ya no eres parte ni del pasado, las luces se apagaron, borrando la memoria.
Ya no recuerdo, no recuerdo ni sus ojos, es una
ceguera absoluta, la memoria tiene la facultad de limpiar aquello que duele, que mata, para
poder seguir rumbo a otros amores, sin la culpa y sin cargas
emocionales. Qué desastroso cuando buscas en tu interior y tratas de remover
el corazón para que retome el sentir, te
empeñas en encontrar razones para no perder esa sensación de ser importante en
la vida de otra persona y como un hierro duro, helado, no puedes darle calor. Ya
no se funde amando, se ha olvidado y ha perdido la facultad de latir compasadamente cuando hace el amor.
Navegas, volteas hacia atrás la estela espumante indica
grandes momentos que se disipan en
minutos, ya las huellas se van borrando
y nadie sabrá que pasaste por el costado
de la isla, nadie te vio acelerando para cobrar vida. Nadie.
La vida no culmina en una historia, hay muchas que
descubrir. Lo importante es reconocer que se amó.
El olvido llega
cuando comienza una nueva historia.
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