Por Marines Maal García.
Hoy me encontré con mi pasado hecho presente,
detalles de innumerables estados por los
que hemos pasado / Encuentros sedosos ávidos
de piel y caricias / Aun estas en mi
vida, Capitán de Mareas.
Cuando Fabiola me contó esta historia quede llena de fabulosa imaginación.
Fabiola una mujer morena de ojos
maquillados de negro, de aspecto árabe, voluptuosa, sensual, jocosa, tenia en
su haber ese amor que adoraba y daba lo que fuera por estar a su lado. Él, blanco, hombre de mil batallas, enfrentado a una historia con
esa mujer que tanto siente, tanto añora, tanto y tanto da, el todo.
Andanzas…
nuestro sentir lleno de imaginación desbordada,
tus manos frente a mi son conducto permanente, tome un trago mirándote a los ojos, no hubo palabra
que conciliara todo lo que vi en ellos. Aquella tarde, oh si
aquella tarde cuando te vi por última vez. Decir
ultima vez entre nosotros no existe, pensar que así lo será
posiblemente, pero la vida nos enseñó que
estamos para vivirla y no ha habido nadie como tu ni como yo, que pueda describir, tan siquiera decir, lo que somos.
Recobrando
y uniendo el rompecabezas de la historia.
Este amor
entre nosotros lleno de fragancia, invade, se siente, se palpa. Año tras año
estas eres mi presente, símbolos y señales
que estarán en el horizonte cada
minuto, nuestras piernas se tocan bajo la mesa mientras seduces mis ganas, desesperando de inquietante y maravillosa caricia, amarte despacito.
Cada
encuentro describe que enfrentar lo que se siente es tarea ardua, tan solo tu
olor incentiva mi placer, tocarnos es el viaje mas largo, integrando en cada
respiración la osadía de decirte “tócame”, esperar de ti las caricias sin
pedirlo, o un te quiero en mitad de la “Andanza”.
Eso eres, una recompensa y yo
seré tu regalo cada atardecer, cada amanecer, siempre que estés. Sentirte en mi cama, invadiéndola
de sensualidad es el mayor deseo,
somos mas que sensualidad,
es lujuria, es ser
uno solo en medio del reflejo de las velas, me entregas tu fuerza, delicia inexplicable. Cuerpos que
se encuentran y laten, brillan con el aceite que untamos para deleite, entramos
en lo más profundo del placer cada amanecer.
Como
muchos tenemos batallas inciertas, mareas que
nos alejan, resacas que nos llevan mar adentro, a ese encuentro nuestro,
somos canciones que describen lo que
sentimos, armonías que despiertan los grandes amores. Escritas y editadas como si
fueran exactamente nuestra historia.
Voy esperar tu llegada, somos “el
refugio y el sosiego, la paz y la
certeza, lo más cercano al cielo”…
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