Por Marines Maal G
Tropiezos invisibles / pensamientos que no paran /
voces que imaginan la realidad / Miedos
que tus pensamientos reconocen / preguntas y respuestas / realidades y sueños /
emociones / ser objetivo en tu interior.
Amaneció, Manuel, hombre maduro, rudo, serio, de reputación calmada y sabia, comentó en el desayuno que tenia un dilema entre lo que opinaba el
mundo sobre la libertad sexual y lo que sus voces internas le decían.
Sorprendidos en la mesa, no se
escuchó ni un susurro, callaron, estaban en un hotel de gran lujo, hombres de
negocios, engalanados con grandes abrigos
para salir a una reunión en el centro de la ciudad. Trataban de no
mirarse a los ojos para no hacer un gesto que incomodase a Manuel, era quien
tenia la mejor carrera profesional. Terminaron el café, se disponían a buscar
sus maletines en las habitaciones, Manuel indicó donde se encontrarían, todos asentaron con la cabeza; se miraron y 2
de ellos, Gustavo y Pedro tomaron el
mismo ascensor, ambos hablaron a la
misma vez, dijeron –Manuel se esta volviendo loco- , hay que hablar con Vicente,
no podemos dejar que Manuel maneje esta cuenta.
Reunidos los cuatro, tomaron la
avenida a la oficina donde demostrarían que
su compañía era la apropiada para hacer la campaña y ejecución del proyecto. En
la exposición de motivo, Manuel notó que
al intentar exponer su idea, Vicente se
paseaba detrás de el y con una seña en el hombro tomaba la palabra. Siendo un
equipo pues disfrutó de la exposición de sus socios.
Así pasaron varias horas, al partir al hotel, Manuel les invita a una copa,
entre risas y comentarios, Manuel les expresa, -estoy complacido somos el mejor equipo-, entre tragos Vicente preguntó en son de burla,
quien de ustedes es el que escucha voces internas? Manuel dijo de inmediato –yo-, unos decían, debes
ir al medico, otro dijo viejo es la edad, Vicente dijo debemos tomar una decisión,
quien llevará de aquí en adelante la presidencia de la compañía, Manuel respondió –me parece bien, debemos rotarnos,
ser el presidente siempre tiene mayor
responsabilidad- propuso que cada uno lo pensara esa noche, ninguno debía
llamar a otro, cada uno tenia que medir
los pro y los contra.
Al día siguiente; hora del desayuno, Manuel les preguntó, - ¿Qué
han pensado? , ¿Quien llamó a quien? , todos ocupados con los desayunos solo con señas, hicieron saber que no se
llamaron; Manuel dijo - escuche mis
voces interiores- los otros rieron…
cuando se percataron que todos escucharon sus voces interiores aquella noche y
en ese momento, sus pensamientos eran terribles, eran sus voces interiores quienes les
avisaban que habían menospreciado al Gran Manuel, las voces de cada uno les
enjuiciaban de una manera feroz, aun tienen que aprender que enjuiciarse o
culparse no cambia el pasado, reconocer la equivocación cambia el futuro.
Aun Manuel
sigue siendo el Presidente de la compañía.
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