jueves, 5 de abril de 2012

Voces Interiores


Por Marines Maal G


Tropiezos  invisibles / pensamientos que no paran / voces que imaginan la realidad /  Miedos que tus pensamientos reconocen / preguntas y respuestas / realidades y sueños / emociones / ser objetivo en tu interior.

Amaneció,  Manuel, hombre maduro, rudo, serio,  de reputación  calmada  y sabia, comentó en el desayuno  que tenia un dilema entre lo que opinaba el mundo sobre la libertad sexual y lo que sus voces internas le decían.


Sorprendidos en la mesa, no se escuchó ni un susurro, callaron, estaban en un hotel de gran lujo, hombres de negocios, engalanados con grandes abrigos  para salir a una reunión en el centro de la ciudad. Trataban de no mirarse a los ojos para no hacer un gesto que incomodase a Manuel, era quien tenia la mejor carrera profesional. Terminaron el café, se disponían a buscar sus maletines en las habitaciones, Manuel indicó donde se encontrarían,  todos asentaron con la cabeza; se miraron y 2 de ellos, Gustavo y Pedro  tomaron el mismo ascensor, ambos hablaron  a la misma vez, dijeron –Manuel se esta volviendo loco- , hay que hablar con Vicente, no podemos dejar que Manuel maneje esta cuenta.


Reunidos los cuatro, tomaron la avenida a la oficina donde  demostrarían que su compañía era la apropiada para hacer la campaña y ejecución del proyecto. En  la exposición de motivo, Manuel notó que al intentar exponer su idea, Vicente  se paseaba detrás de el y con una seña en el hombro tomaba la palabra.  Siendo un  equipo pues disfrutó de la exposición de sus socios.


Así pasaron varias horas,  al  partir al hotel, Manuel les invita a una copa, entre risas y comentarios, Manuel les expresa,  -estoy complacido somos el mejor equipo-,  entre tragos Vicente preguntó en son de burla, quien de ustedes es el que escucha voces internas?  Manuel dijo de inmediato –yo-, unos decían, debes ir al medico, otro dijo viejo es la edad, Vicente dijo debemos tomar una decisión, quien llevará de aquí en adelante la presidencia de la compañía, Manuel  respondió –me parece bien, debemos rotarnos, ser el presidente siempre tiene mayor  responsabilidad- propuso que cada uno lo pensara esa noche, ninguno debía llamar a otro, cada uno tenia  que medir los pro y los contra.


Al día siguiente;  hora del desayuno, Manuel les preguntó, - ¿Qué han pensado? , ¿Quien llamó a quien? , todos ocupados con los desayunos  solo con señas, hicieron saber que no se llamaron; Manuel  dijo - escuche mis voces interiores-  los otros rieron… cuando se percataron que todos escucharon sus voces interiores aquella noche y en ese momento, sus pensamientos eran terribles,  eran sus voces interiores quienes les avisaban que habían menospreciado al Gran Manuel, las voces de cada uno les enjuiciaban de una manera feroz, aun tienen que aprender que enjuiciarse o culparse no cambia el pasado, reconocer la equivocación cambia el futuro.

 Aun Manuel sigue siendo el Presidente de la compañía. 

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