Por Marinés Maal García
Tu / tu sonrisa se encontró con la mía / se cumplió el magnífico designio / estás aquí junto a mi.
Nuestros encuentros son tiempos felices, mientras cuidas de mi todo se vuelve tierno, amoroso, sentires de alta emoción. Asi es tu amor, se convierte en el mío en fuerza y plenitud.
Somos eternos amantes, tan sólo una sonrisa, un café de la mañana, un te quiero al oído, unas manos unidas acariciando la piel, emanamos el olor del amor incondicional, el tenernos por y para siempre.
Te encontré cuando ya no esperaba, levanté mi cabeza y descubrí a un ser que desnudó mi alma sin haberla tocado tan siquiera. Mi armadura se fue cayendo poco a poco, encontré mi careta en la basura, esto soy, una mujer que merece amar y ser amada, di permiso a mi alma a ser real, viva, cuando se motiva al amor se descubre la verdad de cada uno. Lo mucho que el corazón late al unísono.
Amar como te amo no se puede fingir, se que muestro camino es uno solo, que los besos significan un todo, acompañarnos es la paz requerida, una bendición, una complicidad inundada de aceptación.
En algún momento de mi vida que realmente no fue uno sino muchos, me dí por vencida, cree espejos sin brillo, idolatré y me mentí. Lo bello de esta vida que llevo es insistir en demostrarles que si hay mejores mañanas, que el frío se va al compartir la cobija, que un te quiero mejora tu sentir, apagar la luz juntos abraza el amor hasta el nuevo amanecer, amanecer que reafirma, solidifica, enternece lo que somos....
... Dos en uno...
