sábado, 6 de agosto de 2022

La Ley olvidada

 Por Marinés Maal García


Caminos  cruzados en medio de la niebla / voces  inciertas  que cobijas la nada /  pesadumbre y desasosiego. 



Era una tarde  lluviosa, caía la noche, la calle  casi a solas, el hecho del toque de queda  hacía a los habitantes seres cautelosos y con miedos.


Cientos de días  han pasado desde que  invadieron la ciudad con ideologías  paupérrimas, de esas que  nieblan  la eficacia y excelencia. El mandato es unilateral, al parecer dictadura, los derechos vacilados  entre  verbos  y canciones populacheras que  entorpecen y causan por sus  miles de repeticiones un adormecimiento de la ciudad y sus  congéneres. Entre tanta dureza  el miedo, la escasez, la búsqueda, el silencio y el comodismo dejaron en ese  pobre pueblo conformidad y esperanza de una luz en el camino.  


Las formas  desvirtuaron la realidad y las maneras modificaron el vivir, ya no son los mismos, unos millones han corrido hacia otras tierras, quedaron pocos, de esos aferrados  a la esperanza de un cambio, cambio que no se generará debido a la quietud de la humanidad, al miedo de una pandemia peor a la vivida hace poco y de la cual  aún no hemos salido, la pandemia  del hambre y la de la ignorancia. Se han creado  balcones para ver  la vida desde allí, las cavernas  mentales  volvieron a ser la bandera. Desde  las  letras de las canciones hasta la moneda son  grandes groserías que terminaron por  desasistir al intelecto y modificar los valores. 


Algo que  llama la atención, ya no existen los perros callejeros,  ustedes podrán sacar sus conclusiones, los gatitos no se  escuchan maullando para que alguien amoroso se los lleve, lo que si prospera es un cúmulo de  indigentes con sed, hambre y sobre todo  falta de aseo, la  terrible pandemia de la pobreza  abraza  este humilde pueblo, ese que espera un billete  irrisorio para comprar un pedazo de pan, Gloria al bravo pueblo ya no existe, el yugo si .. 


El himno ha cambiado su letra... como nos han cambiado la historia 

Ahora dice...

Pobre pobre pueblo que el yugo mató... la ley olvidada el yugo  afianzó. 


Dormidos están aquellos que con su fuerza permiten  tan indigna situación .. sus  armas  enfundadas  oxidadas permanecerán  en sus cuerpos , mientras  la Ley es Olvidada.





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