domingo, 29 de noviembre de 2020

Mi adorada Flor

 Por Marinés Maal García


Quisiera  regalarte  aromas  de nostálgico recuerdo embellecido. Chispas de  rocío cada amanecer. Mi adorada flor. 


Aquellas  tardes   cuando  nos decían cuidado con las flores se dañan al pisarlas,  se quiebra el tallo, luego tardan mucho en recuperarse. Dónde quedaron  las  flores  de aquel jardín, ese en que  muchos solíamos pasar, allí  dejó de llover,  solo queda la tierra marrón con tropezones de piedras grises.  El  terraplén  que nos vió crecer. 


Las flores del terreno de enfrente  a veces parecen querer crecer, así son  difíciles y recias por que  si no hay buen clima se secan y si llueve mucho se pudren, cuando la maleza  comienza a cubrirlas  engañadas  crecen a escondidas , alguna logra ver el sol,  las otras flores  creen que  la maleza las cuida, así que nunca crecerán y serán monte, la belleza  de  los colores de las flores  no se ve, están sumidas debajo de ese monte ruin y seco. 


La maleza  crece  por todo el pueblo,  a veces es tan atrevida, se disfraza de verdes colores, dibujando  panoramas irreales. Recobrar los espacios después que  la lluvia  invade  alimentando la maleza  se ha vuelto difuso, fracturado el habitad  las flores  ya no están.  Se han rendido  ante  la invasión verde. 


Somos flores de colores brillantes asustadas ante una maleza  hambrienta e invasiva. Dónde quedaron tus pétalos?,  desnudaste  tus pistilos antes de volver a florecer. Doblaste tu tallo  al no tener luz.  


Me ha dicho un gran árbol que logró  crecer, que la maleza siempre quiere  recostarse de aquel que  es fuerte, alimentarse y vivir de el. Así que  es tiempo de  crecer, florecer y dejar en el piso la maleza rastrera, es musgo para las bacterias, al final  terminarán por ser  parte del suelo, no de  la belleza de tus pétalos y el olor de tu aroma a libertad en cualquier época del año. 


Crece y florece ..