Despertando esta emoción al saber que la libertad esta cerca / los hombres vigilan / vienen tormentas de arena y cielos oscuros cuando la marea se vuelva turbia / llena de dolor.
Aquel atardecer se convertía, pasaba de azules naranja a humo cuando las tanquetas entraron en combate con el pueblo. La calle, esa que siempre nos gustaba por su brisa ya no se sentía, los hombre y mujeres corrían con pánico, ese mismo que sentías cuando tus padres desaparecían instantes y la soledad inundaba el pecho.
El merendero del Sr Juaquin era refugio hasta que las bombas rompieron las paredes, yacían cuerpos muertos, y aquellos que aun respiraban desmayaban sus cuerpos a la revisión militar. Un coronel les pasaba por la cara la punta de su fusil para terminar que quitarle la vida al que podría develar su identidad. Así es la dictadura, no hay testigos solo cómplices.
La calle era un campo minado de balas y perdigones de hierro, caminé sobre vidrios cortando mis pies pues la acometida militar desde anoche ha sido incesante, muchos solo con harapos de dormir caminábamos sin sentido, yo he perdido, no hay por que vivir, estoy muerta sin saberlo. estoy herida, sangra mi corazón, ya no hay por quien estar. Toca Luchar! era la única frase repetitiva en mi cabeza.
Amaneció, descansaba en un rincón lleno de escombros donde el cansancio de tantas noches de impaciente locura del poder hundió entre humo y fuego la vida. Conservaba en mis manos la libreta con algunos números y direcciones de algún personaje, respiré y me di cuenta que nadie podría saber ni quien soy, ya habían pasado días entre la sed y el hambre sentí no saber ni reconocer la calle, algún anuncio, nada, una laguna desesperó mi ser. Necesitaba volver a casa.
Caminé hasta conseguir un semáforo, busqué señales haciendo un esfuerzo para volver a casa, derrepente sentí que estaba cerca, un olor a leña despertaba mis recuerdos, había sido tan devastadora la lucha que bloqueaba mi ser. Comencé a escuchar gente al son de trote y me asusté mucho, eran civiles con banderas cantando el himno nacional, ese que dice, ¨Glora al Bravo pueblo¨, comencé a llorar, a tararear junto a ellos, y terminé caminando entre ellos , al cabo de unos minutos retorné y me dije debes buscar tu horizonte, Volver a casa.
Mi nombre era Blanca Rodriguez, edad 48 años y había salido de casa a luchar con la resistencia contra la tiranía, habían pasado meses, estaba en un pueblo al cual llegué después de mucho caminar luchando y huyendo de la escoria militar que convirtió en miseria al pueblo. por años desgastó y silenció para mantenerse en el poder.
Volví a casa, conversar era un cansancio pues aprendí en meses a estar en silencio, luchar y ser valiente transforma de manera ruda al ser humano, un sonido fuerte asusta, y la oscuridad me recuerda luces de balas que veía y muchas veces rozaron mi cuerpo. La libertad, la soledad, cuesta la vida de muchos.
Aun en guerra, oscurece ... en silencio.
2 comentarios:
Extraordinariamente ,sensible, expresiva,sensorial, muy adecuada y con capacidad de reflejar una visión de la realidad muy particular e íntima
Extraordinariamente ,sensible, expresiva,sensorial, muy adecuada y con capacidad de reflejar una visión de la realidad muy particular e íntima
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