Por Marines Maal García
Tiempos los que descubrí, esos que cambiaron el rumbo de la vida, cuando noté que la capacidad estaba escondida, tenía el mundo por delante. Un renacer.
La luna ha acompañado las noches de un largo camino, frágiles puentes crucé. Peldaños rotos, se balancea, miro hacia el abismo, las sogas se movilizan entre los dedos, el terror se apodera de mi Ser. Hay que cruzar, pasos lentos, el cuerpo se balancea estático hacia los lados. Adelante está la certeza de un nuevo camino.
Cruzar se ha hecho un pasaje de momentos inciertos, el futuro en este instante esta en seguir. Fuerza y voluntad acompañan la travesía en penumbras.
Logré cruzar, se divisan luces a lo lejos, camino golpeando las ramas que impiden el paso. La nada entre creencias e ilusiones. No me importa si muero, imposible que sepan que estoy aquí. Confiada que no sucederá me acerco a la cabaña de paredes oscurecidas y leves claros de luna. Hasta esa noche no me importaba nada. No me importaba nada. Estoy cansada, mis pies desnudos llenos de tierra se endurecen con el lodo. Ese lodo que siento después de tanto andar, seco, como seco estaba mi Sentir. Sola y aterrada.
Abrí la puerta, entré y no hay nadie. Donde estoy? He perdido la capacidad de entendimiento. Sentada en la orilla de la escalera de madrugada, en el silencio, escuchaba esa voz interior que repica una y mil veces que estás viva. Amaneció … salí de la cabaña, noté que había un pozo, el sonido del agua es mínimo, quité mis ropas, me sumergí en el agua esta helada, la piel erizada, reí, que placer sentir la pureza en esta inmensidad. Acariciando mis piernas, mi pecho, los brazos, oh! había olvidado las caricias.
Miré hacia los lados temí que notaran mi presencia......................
Una mujer de edad se acerca, sin mediar palabra señala que salga. Tome las ropas mojadas, tapándome el pecho, ella cubrió mi espalda y preguntó – Como llegaste aquí? Te sentí entrar en la cabaña, noté tu cansancio, he estado despierta desde tu llegada. Sorprendida con los ojos bien abiertos y las cejas levantadas dije: buscaba un nuevo camino.
Pensando pero poco caminaba, la mujer a mi lado dijo: el camino que quieras está en tu corazón. La certeza no existe, los sueños son deseos del alma, ....Síguelos ….
Ha pasado el tiempo, la certeza de haberlos vivido la cuentan los años, seguí el camino de los sueños. La magia contempla el hoy, el mañana no lo se.. Seguiré cruzando puentes y me bañaré en ríos que despierten la piel.
Nota del Autor: No desmayes en la búsqueda de la felicidad Personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario