domingo, 30 de marzo de 2014

El Amor - El Miedo

Por  Marines Maal García.

Que no encuentro como llegar a ti / que la ilusión se multiplicó / que soñaba en ti / que ya perdí el camino a palacio.


Encontré al paréntesis que motivaba las ganas, ilusionando  la posibilidad de  converger en la esperanza de amar.  No se como explicar  que el miedo se apodera de  mi cuando se disipa la posibilidad de estar,  prefiriendo huir a mi pueblo.


                Hay dificultad  en el camino que nos encontraría en la montaña. La tarde caía y el príncipe  no llegaba. Al pasar de las horas el miedo se apoderaba de mí, La noche caía, la oscuridad embargaba los alrededores. Ya había estado noches anteriores a su espera, pero era ese  día el encuentro esperado. El príncipe lo ocupaban las vicisitudes del castillo.  Reuniones que imposibilitaban su cabalgata a la montaña.


                La guerra en el pueblo  alejaba la posibilidad de verle. Sin embargo  permanecí allí, con el corazón latiendo  rápidamente  cada vez que escuchaba pasos, volviendo a sentarme en un abrazo callada, silenciosa, trataba de permanecer  inmóvil.


                No hubo encuentro, baje al pueblo  llena de insatisfacción, tendría que entender que un príncipe  tiene  ocupaciones importantes y que el amor está en segundo plano. Sacrificios que inconscientemente  hacia yo también. Cómo esperaba esa tarde para sentir  sus labios sobre los míos. Esa pasión que rápidamente se había apoderado del cuerpo.


                 A la mañana siguiente, recorrí las calles, quedaban restos de guerra,  el humo  de las hogueras encendidas aun al amanecer hacían de mi visión un “allí está”, quería verle como diera lugar. Llegue cansada a la casa del herrero, aquel que rentaba sus caballos por unos cuantos reales, mi ruta no era lejana, así que el noble caballero  fue a mi lado cabalgando en silencio hasta mi destino. Bajé del caballo y dijo el caballero, -Mujer, espera de la vida aquello que sabes podrás tener- como si supiera de mi tristeza. Levante la mirada halando mi mochila con los ojos  bajos, si los subía el conocería mas de mi tristeza, ya el camino había terminado, ya no volvería a aquella montaña que tanta espera mantuvo en mi.


                Si el príncipe supiera de mis ganas de sus brazos, de la esperanza de tenerle simplemente cerca, que su estirpe no me importaba sino su expresivo amor. 


                Así es como se ama realmente, sin importar el sacrificio de las noches en la montaña. El miedo se apoderó de mí, el saber de su ausencia hizo que huyera lejos. Dejándole  cartas regadas excusando mi partida, quizás alguna de ellas las lea. Quizás algún día sepa de mí, de esta ilusión que hoy está dentro de mí como un secreto  enorme.



                Donde esté Príncipe, Usted sabrá de mi por esté relato dedicado al amor  sincero que dice adiós sin querer hacerlo. 


lunes, 17 de marzo de 2014

LIBERTAD O PRISIÓN

Por Marines Maal


No tengo mucho que explicar, hoy mis palabras se tornan en imágenes. Mientras más veo y más  leo más me convenzo que la vida esta hecha de momentos.


Hay muchos  que por instantes sentimos que "no vale la pena" por que el cansancio vence  las ganas. El esfuerzo se torna difícil, ya no recuerdo como me sentía ayer. Las decepciones  son hechos que desmotivan, merman el empeño de la libertad de pensamiento, invadiendo con pocas  frases el sentir.


Arrancaron la luz de mi ciudad, desbastaron  la maquinaria que movía el libre andar,  hoy permanece inerte. El miedo cohíbe el camino.


El padecer  causa día a día pendientes que nos hacen caer. Nos levantamos  y seguimos por caminos  inciertos. Donde esta la verdad de la que tanto hablan?  O es que la verdad se mide a medias y se palpa solo cuando se cree en si mismo, sin la menor posibilidad de creer en los demás. Nos hemos ganado el premio a los mejores mitómanos de la humanidad, HUMILLANDO, DESPRESTIGIANDO Y PRIVANDO DE LIBERTAD a quien pueda ser tu hijo.


Ver partir  por sendas calles a millones de personas en un grito de Ayuda significa estar cometiendo delito.  Tengo el sentir ahogado. El callar produce ceguera. La ceguera produce  lejanía, la lejanía es un mal de desunión de los pueblos. Ya en mi pueblo oscureció el porvenir. Ya mi ciudad rompió los esquemas, ya mi calle  la camino rápido por que podrían matarme en cualquier momento.  Mi aire huele a guerra de la más cruel y sangrienta. El dolor me invade, lamentos  y sollozos de tantos,  pierdo en la memoria los que he leído hoy para no volver a llorar.



Hoy no puedo con tanto peso, ver a muchos  envolver con palabras “discretas” la critica desmedida  causa estupor.  Escuchar  a muchos culpar a otros por que fracasan,  es degustar la incapacidad interior en medio de fogones  encendidos, es un mar  producido por pobreza mental. Por más que intento no puedo aceptar la burla desmedida. El estómago y mi espalda reclaman por que mi silencio.



Hoy mi pueblo esta quieto.  Le ataron el porvenir,  le cercenaron  la voz. Hoy murió un héroe por que luchó contra aquello justo, su futuro.



 Joven de mil batallas.


NOTA: Venezuela 1958 Ideales de libertad y Venezuela 2014 Ideales de libertad. No le cercenes. No permitas que los intereses políticos nos quiten  que tú lograste.  LIBERTAD.