Por Marines Maal García
Y la piel embriagada de caricias, notaba que las células producían bienestar.
Cuando sus cuerpos al terminar la noche se encontraron unidos entre lazos de pasión, se contextualizaba el Amor entre los dos. Sin previo aviso fundieron la entera confianza.
Desconocido sentimiento complacía a Teresa, encontró que se desvanecía la mañana en su cuerpo, la liga de amorosos momentos se acabaron por la llegada del tiempo. Los años aparecían mientras notaba que en cada encuentro recobraba la juventud. Espasmos placidos devolvieron las ganas de seguir adelante.
La mañana que brilla en cada encuentro. la cama es para dos. El amor cuando llega a lo más hondo , termina siendo el más alto vuelo.
Rompiendo el tiempo empieza la llama de la energía, llegó el calor del amor. El gemido invade la voz, oh!, preciado instante , amanecerá, los cuerpos volverán a ser jardines de historias. Flores llenas de néctar y elixir, vuelve la juventud. Amor bajo la misma piel.
Satisfacción, entrega y paz. Fragilidad al sentir piel con piel. Volverán los años, eterna juventud.
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