Por Marines
Maal García
Tarde llena de trabajo
cuando apareció en el horizonte un hombre alto, melenudo, con ojos suaves y
dulces, Cruzaron miradas varias veces, casi sin evidencia, más sus mirada volvían.
No hubo palabras. Hay momentos cuando no se necesitan palabras.
Pasaron los días, una
noche él le dijo- te llevo a tu casa-, ella dijo -si-, sintió confianza tenia la certeza que estaría bien. Caminaron cercanos, les acompañaba
otra persona, el amigo noto que había una química, soltando flores hacia ella
lo cual el melenudo asentaba con la cabeza. La dejo en casa, se bajó le abrió
la puerta, le abrazo y con su mano fuerte le rodeó el cuello, besándola sutilmente
en la comisura de los labios.
Se hablaban poco, en sus pensamientos solo querían sentirse. Una noche iban en el carro, él llevaba chaqueta color beige, camisa blanca
debajo y un pantalón marrón claro, ella jean con camisa manga larga azul
marina, ella sintió el roce de su mano, sentía emoción, las mariposas
enloquecidas le avisaban que ese hombre encantador estaba allí, cerca muy cerca;
sus miradas eran profundas, él con sus brazos largos y sus grandes manos le
acarició, ella se acercó poco a poco, hasta sentir sus brazos completos sobre
ella, se inclinó y lo besó con pasión, la respiración se escuchaba, buscando su
olor ella desabrochó su camisa, bajó recorriendo su pecho respiraba el magnífico aroma que desprendía,
mientras él con sus manos enredaba su cabello.Se acariciaron, sus manos creaban lazos apretados, uniéndolos, las manos de él recorrían debajo de la camisa de ella su espalda suavemente, descubriendo su cuerpo. Primer contacto desesperado de piel intima descubrieron esa noche. Le tomó por el mentón, subió su cara, mirándose con ternura, pasión, deseo y locura susurró diciendo -eres bella- y ella dijo -tu eres el
hombre mas hermoso que he conocido-, ambos entre besos y caricias conectados en
ese momento tan íntimo, sintieron la plenitud del encuentro.
La última vez que se
vieron, ante una gran cantidad de personas, el hizo una reverencia, dijo -bella-, y
ella intimidada por el público, tomó su mano y agradeció.Simples deseos de amor quedaron en el sentir. Complejos recuerdos hoy llenan eso que llaman historia. Se distanciaron, cada uno tomó su camino, aun sabiendo que el amor nunca muere.
El le manda mensajes y
ella le recuerda con sus manos grandes, su melena, sus ojos suaves y sus besos cargados de pasión.
Mensaje: dile que la
quiero….
Nota del autor: Pasamos la vida entre recuerdos. Haz de tu realidad un mundo de emociones. Ley de vida.
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