Por Marines Maal García
Renacer en un mundo cada día, cada amanecer tiene un color diferente / mirar la gente al caminar, donde las sonrisas se cruzan / aliento de muchos, silencio de otros.
La historia de Ceci podría ser como la tuya. Ceci de unos cuarenta y tantos. Trabaja en un Centro Comercial del occidente del país. Vivió en pareja muchos años de su vida al lado de quien ella creyó amar. Viciada por las vicisitudes del mundo natural, encontraba que no tenia sentido estar cuando el hombre que tenia a su lado solo era presencia mas no acción.
Toma un día la decisión de estar sola. Valiente y atrevida toma las riendas de su vida. Madre de 4 hijos luchando por ser independiente, logra vencer sus miedos.
Al pasar del tiempo, feliz, trabajando muchas horas del día, nota que sus hijos crecen y cada uno toma su lugar, escogen sus vidas, allí comienza Ceci a darse cuenta que la casa esta sola, que el silencio cobra fuerzas. Mientras mas horas trabajaba, lograba olvidar eso que llaman amor.
Un día Ceci recibió un correo donde le proponían trasladarse a otra ciudad a trabajar, no lo pensó, tomó sus maletas, llegó al hotel y encontró que el silencio aun era peor. Tomaba cada noche el teléfono llamaba a sus hijos, cada uno envuelto en vidas ajenas para ella. Pasó 7 meses y pidió cambio a su anterior trabajo el cual ya no era el mismo, antes ella era el manager de un equipo de Bienes y Raíces, ahora llegaba bajo condiciones diferentes. Una tarde fue a enseñar una casa, grande y hermosa, al llegar toco el timbre, le abrió un hombre de gran estatura, converso de las condiciones que debía ofrecer, esa tarde vendió la casa y cambió su visión de las cosas. Comenzó a mirar e sol que bañaba la ciudad, la risa en aquellas personas con quien se cruzaba. Se preguntó muchas mañanas el por que de su alegría, incomprensible.
Ceci en un café fumaba su cigarrillo y miraba la gente pasar, fijó su mirada, le pareció que aquel hombre de aquella casa que ella había vendido meses atrás estaba allí, el la reconoció de inmediato y le invito a cambiarse de mesa. Tomo su cartera y carpetas aceptando cenar con el, Miguel era su nombre, ocurrente y sencillo, el pasar de las horas se hizo inevitable. Ella intento despedirse en varios momentos pero Miguel le tomaba del brazo y le pedía que se quedara una rato más. Esos ratos más, se convirtieron en salidas, visitas, risas. Encantos de atardeceres llenos de magia.
Miguel enloquecido de fascinación, le propone irse a vivir juntos a los meses, ella feliz por su propuesta, el en espera de su respuesta.
Comenzó a suceder algo extraño, aun llenos de felicidad por la posibilidad de estar juntos, les llevo por separado a pensarlo, ambos seguían la relación sin mudarse, una tarde después de semanas inevitablemente conversaron del tema. Ella decidida al cambio, el titubeando le dijo - te amo pero creo que es mejor vivir por separado- . Ceci sorprendida dijo – muy bien – aun sintiendo un gran dolor, ya no contaba con veinte años.
La década del 2000 ha traído como consecuencia las relaciones a distancia, el compromiso mata la posibilidad de compartir, tolerar, ser, amar entre las personas. Sin embargo el amor existe. Ceci aterrada por la posibilidad de la soledad de nuevo aceptó las condiciones. Se aman, perder la independencia a Miguel lo lleno de temores.
El silencio cobró fuerzas, aun Ceci llega a casa en soledad, añorando a Miguel. Miguel desea estar a su lado en la distancia. Han pasado meses, hoy Ceci cuenta que cuando se ama inexplicablemente se espera siempre. Ceci es una mujer extraordinaria. Miguel un hombre lleno de virtudes.
Nota del autor: El mayor temor del ser humano es sentirse invadido en su privacidad, limitando encontraras soledad y silencio. Ama y deja que te amen.
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