Por Marines Maal García
Mientras todos viven calmados la semilla del honor desaparece
Cuantas horas de desasosiego, calles desoladas, miedo a dejar de estar y morir cualquier día.
Han tomado vuelo cientos de miles de personas, un fantasma llegó para instalarse en las calles de la ciudad, libertad coartada, generalmente caminamos cubiertos huyendo de algo que ha estado mucho tiempo y que ahora en los años 2020 decidieron publicitar para mantener hasta el más atrevido en casa.
Hechos que marcan un antes y un después, hambre y miseria es la realidad de la pandemia vivida en tantas partes. El poderío marcó un límite pues necesita apoderarse de las grandes minas de dinero en cualquier forma. La historia es real. cuántas muertes hay por tantas epidemias, pero, estos grandes líderes provocan miedo y pánico pues la economía mundial colapsó.
Dónde quedaron los muertos de mi tierra, no se ven, acaso no los hubo? mercaderes del falso verdadero sonríen prestando información de satisfacción, el pobre suspira y sonríe al igual para no llorar.
Estamos en una verdadera encrucijada la pandemia del miedo y de la subordinación cayó en cada alma desvaneciendo la fe y la esperanza.
Ya no hay un qué haremos mañana, se establece la única línea certera, Qué hacemos ahora? Estás callando tu alma para no enfermar la psiquis.
Somos fuente de energía calmada. Vienen fuertes cambios. Navegaremos hasta lograr encontrar el rumbo hacia el norte que perdimos hace muchos años..
Recuerda, somos uno cuando el día final estremece el pasado. Vivir el presente y empuñar la mano para parar todo aquello que limita la vida.