Por Marinés Maal García
Siempre estás en el pensamiento más profundo, en la quietud de mi pechos. En la vibración del temblor de tus manos. Aún estas, siempre en mi.
Sin temor a explicar, no existe nadie que no esté aún dentro, mientras pasa el tiempo se estremece tan solo al escuchar su voz, Su voz? ay su voz de esas que hacen delirar y volverse loca de amor aún cuando ya no estás.
No importa si aún conservo tu aroma, siempre aún está, siempre me acompaña el aroma de su piel y su color al besar mis labios, Aún si, aún me besas en mi recuerdo.
Donde sus dedos dibujaron mis labios buscando probar mi piel, y yo delirando le besé. Sus ojos decían que el deseo pronunciaba las emociones y aún recuerdo su voz diciendo, - cada parte de ti es parte de mi. Aún soy de Usted, aún cada parte de mi le pertenece cuando las almas se saludan agradeciendo el amar con profundidad.
Siempre si, Usted, siempre aún Usted, estoy sin estar y soy el extremo de la espera, por que siempre espero que hasta aún el recuerdo me lleve a Usted.
A esa casita en las nubes cuando la neblina nos cobije, convertirá el riachuelo en música despejando el aroma a hierva fresca, cuando el amanecer rocíe con agua clara los cuerpos desnudos acalorados en el frío después de entregarnos y ser uno apretados fuertemente amor, aún mi amor.
Cuando el teléfono vuelva a sonar contarás una y otra vez en tu recuerdo las veces que te amé y aun amo. Allí donde siempre nos juramos amor, allí donde siempre estaré no estando.
Siempre estando aún sin estar.
Nota del escritor: cuando una frase te deja la profundidad del amor marcada para siempre.
