domingo, 3 de diciembre de 2017

...lo aprendí de ti...

Por Marinés Maal García


Que te he querido /que  comprendí / que el amor  no se obliga / que olvidar no funciona / que los recuerdos tienen memoria.



     Escribió,  el corazón late  en búsqueda del compañero, he hecho sitio en este vacío corazón, está perdido en el desierto. No ha encontrado el oasis para saciar  la sed de amar. No hay llama para encender la velita en la oscuridad. Tengo  domingos cada dia llenos de aroma de café para mi sola, tu taza  no la lleno para que no se enfríe al paso de las horas, días o años.



     Hay cosas que callo para no esperarte cada amanecer. Cuando busco tu sonrisa en la calle, despejo la realidad  y sonrío también, yo nunca creí que te extrañaría de esta manera. Si alguna vez fui mala pues soy asi. Me enseñaste a decir que  no quiero más de ti.  Te lo debo a ti.


    Me duele y noto que mi corazón  crece en un absurdo  e increíble  aprender a  rechazarte tanto como el amor que me negaste, después de haber impregnado  la vida de besos, caricias y el profunda pasión. Ahora  vete y que te vaya bien. Te agradezco despertar el lado oscuro de mi ser.


    Aprendí  tantas cosas, que el sol sale, dejé de amarte y encontré que el cuerpo late, siente y puede vivir sin el alimento de tus besos. Los recuerdos tienen memoria cuando escucho una canción, que comprendo por primera vez en años,que era nuestra canción que decía   ¨que hago con esto que siento por ti y que solo somos amigos¨. He jugado con mi niña asustada y sola.  La he hecho regresar cada dia al contemplar en la memoria los recuerdos de tardes de invierno, lluvia cayendo sobre  nosotros y sentir cada  gota juntos. Pobre niña maltratada por la poca protección, buscaba cobijarse  en la oscuridad.


     He maltratado a muchas personas al no querer sentir  una vez más el desprecio cargado de sexo, el amor cargado de condiciones, el vivir a favor de ti. Soy animal feroz para defender mi cueva.

    Busco con mis cartas  alejar los recuerdos. Dar paso a la realidad, colgar los guantes y
desplegar  los brazos para  abrazar la vida. La vida que merezco.


    Si, todos merecemos una relación  estable, amiga, amable, comprensiva, amorosa, cariñosa y tolerante. Protectora y cómplice en la intimidad. Somos uno cuando se trata de dos en el amor, Creamos fantasías o inventamos  seres que no existen en nuestra percepción para enamorarnos, luego caes en la realidad, causando dolor en aquellos a quienes en realidad nunca quisimos, lo intentaste, sientes que haz perdido el tiempo.


    Lo cuantitativo  no genera números  que  amplíen el amor, lo cualitativo fortalece el intelecto y seduce profundamente a la inteligencia.