jueves, 15 de junio de 2017

Disfraces

Por Marinés Maal

Cuántas veces tiene que morir un ser humano para que reaccione? morimos de desamor, morimos de tristeza, morimos. Quien puede determinar mi dolor? a quien le digo muero de inmenso pesar. 


Estamos viviendo momentos de tormento y pesadumbre en las calles, hambre y desasosiego, vacío en medio de la multitud, gritos ensordecen, quebraron el alma,  hay  llanto.  Madres que esperan la tarde quedando con la mirada hacia el cielo, preguntándose dónde está, se fue, lo mataron, mi hijo, 


La libertad es una utopía, es un simple mensaje de esperanza que vibra con la motivación, y muere de desesperación cuando llegas a casa a desvanecerte en la cama sin pensar en el vacío, el hambre y la convicción de que existe un mañana, que quizás es un hasta luego sin retorno,


Soy una máscara llena de sonrisas, un puñado de abrazos, un mensaje de amor equivocado en la soledad, Un suspiro ante una suave melodía de un piano en el  cuarto callado. Somos uno al encender la luz y nos encontramos en el pensamiento de los sueños. Disfrazados de pasión nos divertimos  en la distancia, fraccionados momentos hacen algarabía cuando te enamora una noticia hermosa. 


Eres la velita encendida, chispeante y enérgica, iluminas cada día y sobre todo la oscuridad en el bosque, cuando los árboles  en su movimiento engañan la mirada, a tras luz dibujando en la mente figuras mágicas, de esas que señalan con brinquitos en camino. Magia o ensueño, lo importante es mantener viva la imaginación, 


Deseo regalarte  la certeza del mañana, amaneceres y sonrisas cómplices, Sin distancias.

Tristeza que se instala en la caída del ocaso, Esperanza nace cada dia.