Por Marines Maal García
No sé si bajarme del tren, confortables asientos, ventanas con prisa.
Entre la imaginación, la verdad amaneciendo cada día enciende luces de confusión. Miro alrededor…. el vacío en ocasión. No permitas dejarme, ni trates. Dejas mi vos enmudecida, solo estoy amándote y tengo que parar. Dejar de sentirte entre voces que maltratan con la verdad.
Imaginé métodos de acercamiento, todo es lo que pude tener. Nada es lógico al vivir lejos de ti. Ya poco recuerdo mí todo tú.
Quien diga cómo descifrar lo que sepa, lo que se vive en una conjugación de verbos que al final, son solo palabras. Letras llenando líneas. Gusto de entender como erudito la vida.. la vida no avisa. De poco le sirve decir te quiero si no habrá manera de revelar la verdad. No eres tú, soy yo con falta de tiempo. Debo parar.
La melancolía atrapa el corazón que siente sin razón entre payasos y malabares. Circo ilusionista. Verte entre las luces intuyen que no estas. Nunca fui y nada fue mío. Nada es mío. Un botón trancado por los años, dorado brillante que no puedo mover, no puedo moverme, ese que abre la puerta de lo desconocido. Nada es secreto, la puerta del sexo. A romper el piquete. Fuerte y esperado momento. Atraviesa, Traviesa y Perpleja, sigue en el tren. Todo es ilusión. Mentiras queriendo ser verdad. Reinas y Reyes, Soldados, pensamientos desordenados.
Verdades llenas de mentiras. Imaginación perdida en la utopía de la vida… Por las vías, inciertos caminos que muerden la carnada, halando, enredados carretes sin poder llegar a caminar hacia el horizonte. Desastre utópico del pensamiento.
Más allá del espejo dentro del corazón, viven imágenes que vuelven cada día. Bendita las mariposas que revolotean y me hacen sentir viva. No me quejé, solo soñé. Guerras interiores locas y llenas de mentiras que quieren ser verdad. Sin culpar.
Soy yo, con mi desastre de sentimientos.
