martes, 20 de mayo de 2014

Caminos de Colores.




Por Marines Maal García 



Entre  señales  de luces  se encontró entre varios caminos, compromiso, apego, amor y libertad.



La luz que le encanta es la verde, esa que da paso a todo lo posible, inmejorables esperanzas están en las sendas del camino. Pastos que acarician sus piernas al andar. Debajo de ese árbol con forma de entrada esta la luz amarilla, esa donde el sol da calor, plácidamente  se adentra y encuentra que  esta todo claro, grandes espejismos  le hacen sonreír.  Comienza un arcoíris de colores entre  vías  que  se dibujan alegres, entró al anaranjado, que olores cítricos sintió, picardía y seducción, enamorada le tiene, dejándose llevar por un gran tobogán de dulce, suave y placentero.  Llegó al azul es suave y tenue, ternura  y sutileza, algodones  azules oscuros son grandes puf, recostándose  comenzó a soñar…
               


                Hola, dijo Leny al entrar en un coche  de la época años 50, vestía una blusa blanca, falda ancha azul claro, zapatos de charol. Su cabello castaño caía del lado derecho de su hombro, se sentó y acomodó en el asiento trasero. El chofer quien solo miraba a la Señorita leny a través del espejo retrovisor esperaba indicaciones. Ella dijo al Palace por favor. El diligentemente  tomó la vía de la  Av. Panteón. Acercándose  a su destino Leny tomó su cartera, sacó el labial rosado y pellizcando sus pómulos  los enrojeció. Abrió la puerta y le dijo, aparca y espera que yo vuelva. Llego al lobbie y miró a los lados. Buscaba a su amiga Bárbara. Fue a la recepción y le informaron que ya se había retirado su amiga. Se dirigía a la puerta cuando notó a lo lejos  que había un banquete en el Gran Salón. Camino rápidamente, su falta se movía como si el viento  lo tuviera en contra. Entró en el banquete y se sentó, solía ser tremenda y por que no? Quería divertirse. 



                El salón estaba decorado con grandes  tules oro y blanco, parecían ríos dorados cayendo del cielo, las luces brillaban, las personas  reían, otras bailaban, sonaba música y muchos se dirigían a la gran pista de baile, cuando de pronto Leny estaba sentada en una mesa, saludando con una gran sonrisa observaba las parejas danzando. Enmudecida por tan magno evento pidió una copa de vino blanco, de pronto un joven apuesto le dijo, -Señorita Usted desea bailar conmigo?-, ella en un salto se preparó para ir a la pista, el joven  le veía de reojo, ella sonreía pícaramente, bailaron tres piezas y volvió a la mesa.  Volvió su mirada y notó que ya era hora de irse, se despidió y salió del Palace hacia su carro. Llegando a la puerta  entraba su amiga Bárbara, ambas  casi chocaron ,  sorprendidas  se abrazaron. Bárbara le dijo tengo un  banquete quieres acompañarme, y Leny asentó con la cabeza. Se dirigieron al Gran Salón… Leny no sabía como decirle que ella había estado allí y hasta bailo. Se reía, volvían juntas al encuentro de grandes emociones.



                Luego de volver a buscar sillas donde esperar ser servidas, Leny intentaba decirle, -bailé con un desconocido, ya estuve aquí-, Bárbara sorprendida le dijo -con quien, cual es? - Se escucho una voz masculina, diciendo -Señorita la he buscado que especial seria si usted  me acompaña a la pista de baile-. Bárbara  casi rompe en risas, Leny caminaba y volteaba a ver a Bárbara, era él. Volvieron al baile acompasado como si hubieran bailado juntos muchas veces. Cada vez acercándose más, Leny podía sentir el corazón de él, le dijo -cual es tu nombre?-  dijo David, -Hola David- pensó es una señal del destino. Cuantas veces ese nombre ha venido a su mente? sin siquiera saberle vivo, pero era el nombre que decía cuando no sabía como se llamara cualquier hombre a  su paso.



                Esa noche Leny conoció a ese ser especial que llenara su vida de dicha. Bárbara fue la madrina del matrimonio, fueron días  felices. Leny y David  fueron almas  enloquecidas de amor. David era viajero, Leny esperaba  con su mejor atuendo cada llegada. Cada encuentro se transformaba en escenas románticas y llenas de pasión, su cama aun huele al amor más soñado, a la compenetración cómplice entre ellos. Besos  que sellaron el placer  sensual. Burbujas de  almas en unión y frenesí, gratificados instantes que dejaron huellas en cada poro, en cada suspiro, en cada abrazo.      



Han pasado los años, David ya no está, se ha ido. Desde otras dimensiones él cuida de su amada  Leny. Ella camina por caminos  verdes y el en su imaginación, vuelve a su lado.  Sigue caminado encuentra  luces de colores..Se ha despertado, está en el puf azul oscuro. Mira su alrededor lo ha soñado. No siente tristeza, supo que en algún lugar estará su David, su Sergio, su Luis ……..  Su alma feliz.  




Sale de los caminos de colores.. Vuelve a la ciudad y a su ahora.  Hoy camina y saluda con gran sonrisa  hacia  la ilusión, que será su verdad.  Su Alegría.